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En la vida hay que estar presente. Presente en presencia, mente y corazón, y eso es lo que esperamos de esas personas que consideramos como significativas en nuestro día a día. Sin embargo, hay momentos a lo largo de nuestra vida que empezamos a percibir ciertos vacíos, alguien se ausenta y vemos cómo se van rompiendo costumbres y aparecen los silencios. Las miradas esquivas, y las dudas… No hay ausencia más dolorosa que aquella de quien a pesar de estar a nuestro lado, nos abraza con la indiferencia, con la falta de atención o la ironía. Pocas formas de soledad pueden ocasionar tanto sufrimiento.. Quien se ausenta a veces es que no desea estar presente, y en ocasiones, se crean complejas situaciones que se alargan en el tiempo a través de las mentiras o las medias verdades. Tener la cabeza en otro sitio es dejar de prestar atención a lo que tenemos a nuestro alrededor. Ofrecer vacíos a las personas que forman parte de nuestro presente es una forma de hacer daño y también de engañarnos a nosotros mismos. No es lo adecuado para ninguna de las dos partes. No obstante, también hay quien no lo percibe, quien no se da cuenta que el suyo, no es un vínculo satisfactorio, sano y emocionalmente seguro. Hay personas que sencillamente, no saben amar. No saben estar presentes porque solo entienden un vínculo: el de ellos mismos. El vacío del ser que se ausenta En realidad, y aunque nos sorprenda, hay muchos tipos de ausencias. Hay quien en lugar de vivir parece que sólo pasee por la vida, sin que nada capte realmente su interés. Y hay quien tras haber establecido una relación, ya sea afectiva o de amistad, empieza a mostrar desinterés y apatía de un día para otro, desconecta y se ausenta. Quien empieza a estar ausente sólo es capaz de ofrecer un vínculo frágil, un abrazo helado que la mayoría de las veces precede la antesala del adiós, de esa despedida que nos llenará de incomprensión y decepción. Son muchas las personas que hemos dejado atrás, simplemente, porque se enfriaron los lazos. Porque las miradas trasmitían cansancio, o falta de complicidad, o porque el estar ausente era la única forma de estar en equilibrio. Son procesos normales dentro de nuestro ciclo vital. Nuestro yo de ahora acumula muchas ausencias y etapas cerradas donde dejamos en el ayer, a personas queridas de las que aprendimos, y que podemos echar de menos o no. La pareja ausente La presencia real no tiene nada que ver con el espacio físico. Es algo que debemos tener claro, porque que alguien esté con nosotros a nuestro lado no significa en absoluto “que esté presente” que nos escuche y aún menos que nos ofrezca reciprocidad.
Estar presente o estar ausente, depende siempre de aquello que sintamos: si amas, hazlo con autenticidad y llena espacios. Sino amas, aléjate sin dejar cicatrices.Ricardo Flores
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Los integrantes del grupo Kabah no paran y es que hace unos dias presentaron su sencillo "Por siempre" para celebrar sus 25 años a su lado. La agrupación dio a conocer que aunque se llevaron un gran susto, todos los integrantes dentro de lo que caben y se encuentran recuperandose. Autoridades del gobierno Ruso dieron a conocer que el creador del juego "La ballena Azul" Philip Budeikin, de 21 años fue encontrado en su celda sin vida después de haber ingerido medicamento para transtornos mentales. El juego se hizo popular en Rusia, en Ucrania en donde en 2013 fue prohibido pero en 2015 volvió a salir a la luz con mas fuerza. Budeikin contó que este "juego" inició en el 2013 con el "F57", uno de los nombres del "grupo de la muerte" de la red social VKontakte, parecido alFacebook. "Pensé a través del concepto del proyecto, los niveles y etapas específicas. Fue necesario separar la normal a partir de residuos biodegradables". |
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Junio 2017
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